ElPais.es - 30 Out 06
La Generalitat investiga si una clínica de
Barcelona practica abortos ilegales
Una televisión danesa revela que en el centro se
interrumpen embarazos avanzados y cobra 4.000 euros
por la intervención
El Departamento de Salud de la
Generalitat ha iniciado hoy una investigación sobre
la denuncia de la televisión pública danesa DR, que
en un reportaje emitido anoche aseguraba que una
clínica de Barcelona practica abortos supuestamente
ilegales a embarazadas de hasta más de siete meses
procedentes de toda Europa. Se trata de la clínica
Emece, que pertenece al grupo CBM.
Según el reportaje, grabado con
cámara oculta hace un mes en este centro, se recurre
de forma fraudulenta y sistemática a la cláusula
legal que en España autoriza abortos sin límite de
tiempo de gestación en caso de riesgo físico o
mental grave para la mujer. En Dinamarca, el aborto
es legal hasta las 12 semanas y, superado ese
periodo, son las autoridades sanitarias las que
deciden si se permite, aunque sólo suelen
autorizarlo en caso de malformaciones graves del
feto. En el documental, una periodista danesa
embarazada de 30 semanas contacta con la clínica
barcelonesa ocultando su profesión y viaja luego a
la ciudad condal acompañada por otro periodista de
la cadena, que se hace pasar por un amigo, después
de que las autoridades sanitarias danesas le
hubieran negado el aborto.
Utilización de digoxina
Allí, se entrevistan con el
director de la clínica, el doctor Carlos Morín,
quien asegura que recibe clientes de países como
Francia, Gran Bretaña, Holanda, Alemania e incluso
Australia y que el procedimiento es legal y sin
riesgos para la mujer. Morín explica ante la cámara
oculta que al feto se le inyecta en el corazón
digoxina, sustancia que se usa para tratar
enfermedades cardiacas, lo que le provoca la muerte
por parada cardiaca antes de que sea extraído del
útero. A la joven, quien alude a una supuesta
ruptura con su pareja para justificar su deseo de
abortar, se le pide rellenar unos cuestionarios
sobre su salud y estado mental.
Luego, es sometida a tres pruebas
psicológicas con preguntas generales, bajo el
argumento de que la única forma de que el aborto sea
legal es aducir supuestos problemas físicos o
psíquicos, a pesar de que ella reconoce en la
entrevista que su estado de salud es "bueno". El
director de la clínica señala que esos trámites sólo
son cuestiones de "burocracia", y en una entrevista
posterior, les comunica que todo está en orden y que
el precio de la operación es de 4.000 euros. Minutos
después, el periodista regresa a la clínica
revelando su verdadera identidad y acompañado esta
vez por un cámara de televisión, solicitando una
entrevista con Morín, quien ahora dice que la
operación no había sido autorizada y que faltaba
otro examen psicológico.
'Turismo del aborto'
No obstante, insiste en que el
aborto es completamente legal, antes de suspender
repentinamente la conversación tras recibir una
llamada a su móvil e invitar a los periodistas a
abandonar la clínica. El documental ofrece también
el testimonio de una joven danesa, cuya identidad y
rostro permanecen ocultos, que afirma que se le
practicó un aborto en la misma clínica en 2004,
cuando estaba embarazada de 26 semanas y a cambio de
algo más de 4.000 euros. La joven revela que cuando
acudió a la clínica apareció allí un médico danés.
Personal de Emece confirma en el documental que la
clínica tiene contacto con médicos daneses, aunque
ninguno de ellos trabaja allí, algo que sí sucede
con galenos holandeses y británicos.
El reportaje incluye también los
testimonios de José María Simón Castellví,
presidente de la Federación Internacional de
Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), y de Jesús
Silva, catedrático de Derecho Penal de la
Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, a quienes se
les mostraron las imágenes grabadas con cámara
oculta. Simón Castellví denuncia la existencia de un
"turismo de aborto" en España, que desde hace diez
años "miles de europeas" han viajado a Barcelona
para abortar y que "muchas" de esas operaciones son
ilegales, aparte de calificar a Morín de "rey del
aborto".
Para Silva, los trámites son "un teatro, una
mentira con tests falsos", y habla de "fraude a la
ley española y al derecho en su conjunto" y de que
se trata de casos de aborto ilegal, que implicarían
penas de prisión y de inhabilitación para los
médicos. Según él, estos casos se producen en España
porque "unos por acción y otros por omisión cierran
los ojos".