Los programas del denominado "sexo seguro" producen un importante
incremento de las enfermedades de transmisión sexual.
En una reunión científica sobre salud pública celebrado
el mes de diciembre del 2003, en Washington, expertos en enfermedades
infecciosas, han puesto de manifiesto la existencia en Estados Unidos de
una verdadera epidemia de enfermedades de transmisión sexual entre los
adolescentes, afirmando que el programa denominado "sexo seguro" es una de
las principales causas de esta epidemia.
En dicha reunión científica, el Dr. David Hager,
presentó datos que indican que en EEUU cada año se producen 4 millones de
nuevas infecciones por clamidia; 1,2 millones de inflamaciones pélvicas; 2
millones de afectados por gonorrea; 1 millón de herpes genital y 5,5
millones de papiloma vírico. De todos estos afectados, 3,8 millones son
adolescentes. Un dato presentado en dicha reunión verdaderamente
alarmante, es que el 45 % de los adolescentes norteamericanos y adultos
jóvenes, están infectados, al menos, por una infección de transmisión
sexual.
Muchas de estas enfermedades tienen difícil tratamiento
y provocan a largo plazo problemas de esterilidad e incluso cáncer. En
este sentido está comprobado que, alrededor del 90 % de todos los casos de
cáncer de cuello de útero se asocian a enfermedades de transmisión sexual.
Este tipo de cáncer produce unas 4.000 muertes de mujeres al año en EEUU.
A partir de las campañas que indican que el uso del
preservativo es el mejor medio para reducir la transmisión del VIH y de
las enfermedades de transmisión sexual, los datos estadísticos se encargan
de comprobar lo contrario, al detectar que, aunque el "uso del
preservativo ha aumentado significativamente entre los adolescentes,
también lo han hecho las enfermedades de transmisión sexual". Según el
doctor Hager, el único camino para prevenir la transmisión de estas
enfermedades entre los adolescentes es "retrasar la actividad sexual hasta
que los jóvenes puedan establecer una relación de pareja estable".
Similares datos estadísticos a los presentados por el
Dr. Hager, han sido publicados recientemente por el Centro para la
Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Infecciosas de Atlanta, la
Sociedad Australiana del Cáncer y los Institutos de Salud de EEUU, todos
los cuales han constatado la existencia de una correlación en el
incremento del uso del preservativo y el de las enfermedades de
transmisión sexual (Culture and Life Foundation; clf@culture-of-life.org).